La Chose by HIEMIS

HIEMIS
release
“La Chose”
out on March 11^th 2021
CD Limited Edition 200 Copies / CARDBOARD CD
OUT- 19-04-21

Magia sonora, destellos cristalinos, y la omnipresencia de lo sacro… (Lux Atenea) el nuevo trabajo de HIEMIS propone una iniciación, un viaje trascendental a través de paisajes sonoros brillantes.
Nunca se había dado una experiencia colectiva de “lo invisible” comparable a la de Martines de Pasqually y sus discípulos cuando unieron sus esfuerzo para investigar en común “La Chose”.

Pasqually fué uno de los personajes mas enigmáticos del siglo XVIII, manifestándose ya en sus inicios como francmasón, creando pronto su propia organización iniciática, la Orden de los Élus Cohens.
Dicha Orden era heredera de sectas místicas de la antigüedad y de la época neoalejandrina con especial influencia en su ritual por parte de maestros ocultistas de la Edad Media y del Renacimiento. Maestro y discípulos profesaban una mística de Reintegración a la condición de Hombre-Dios y fue precursora de otras corrientes dentro del mundo iniciático como el Régimen Escocés Rectificado y diversas ramas de las Órdenes Martinistas.
Si bien hasta ahora los que indagaban lo invisible se esperaban lo que iban a ver en él, llamando a los ángeles o a lo demonios según las formas de la iconografía cristiana. Pasqually , sin embargo afirmaba que no se sabía de antemano qué ser aparecería en el momento de la evocación. Así surgiría La Chose.
En las primeras sesiones los nuevos discípulos admitidos a participar en los trabajos del maestro veían como La Chose ejecutaba acciones misteriosas. Salían de allí entusiasmados y aterrados o ebrios de orgullo y ambición. Estas apariciones eran producidas por seres extraños y de una esencia diferente de la de los seres terrestres. Estos seres daban discursos y transmitían un conocimiento profundo durante los rituales. Cada discípulo era convocado a reproducir, a su manera, el mismo fenómeno.
La presencia de La Chose en la Cámara de Operaciones podía impresionar de diferentes formas los sentidos del discípulo: sentía “la carne de gallina por todo el cuerpo”, o escuchaba débiles sonidos; pero, en general, “la manifestación se operaba por la visión”, por la percepción de resplandores y chispas. Para poder percibirlas, el Operador extinguía los cirios y velaba la llama del único candelabro que permanecía encendido hasta el final de la ceremonia.
Las solemnes Operaciones debían ser efectuadas exactamente a la misma hora por todos los Cohens ordenados y autorizados. Las Cámaras de Operaciones donde ellos oficiaban podían estar situadas a una gran distancia unas de otras, por ejemplo, en Lyon, París y Bordeaux, pero un sincronismo perfecto era absolutamente necesario para que pudiera actuar.
Los Caballeros Elegidos de Martines de Pasqually ejecutaban tales ritos sagrados al servicio de la más alta Teurgia. La mayor parte de las prescripciones de los rituales operativos eran usados desde la más remota antigüedad, teniendo la astrología un rol importante.
Para los Élus Cohens, la verdadera fe se funda en hechos prenaturales y dado que ellos, por la decadencia del ciclo histórico, no se producen más públicamente, es necesario generarlos en la Cámara de Operaciones por medio del complejo y estricto ritual. Por lo tanto, la Operación Teúrgica es menos un acto de fe, de adoración, de devoción, que una alta práctica de la Ciencia Sagrada